Los perros ocupan un lugar especial en nuestras familias y nuestros corazones, si bien no deberíamos tratarlos como objetos y regalarlos dentro de una caja debajo del árbol de navidad como se regala una bicicleta, una consola de videos o una taza de café, también es cierto que muchas familias aprovecharán las fiestas para incorporar un nuevo miembro a la familia.
Se pueden encontrar muchas campañas en contra de regalar perros en las fiestas de diciembre. La Real Sociedad Canina de España hacia 2019 señalaba que la mitad de los perros regalados en diciembre terminan siendo abandonados. Sugieren que se debe a la falta de concientización sobre las responsabilidades de tener un perro en casa.
No obstante, a pesar de las campañas, muchas familias recibirán a un perro en diciembre, la pregunta que de allí se desprende: ¿Qué hacer?. La respuesta: educar desde el día uno que llegue el perro a casa.
Hay unas 3 ideas que deben ser conocidas por los nuevos tutores:
Un perro vivirá entre unos 10 a 15 años de vida en promedio. Es un compromiso de varios años, por lo que hay que proyectarse al futuro como familia, una familia multiespecie que ahora no solo contempla humanos. Las decisiones con respecto a los hábitos y rutinas de la familia ahora deben contemplar al perro.
Es un compromiso económico. Tocará destinar parte del presupuesto familiar mensual en atención veterinaria, vacunas, alimentación, accesorios y educación canina.
Es necesario educar. No es suficiente con lo que hayamos aprendido del perro que tuvimos cuando pequeños o el que vivió en casa de un tío. Cada perro es único y tiene necesidades físicas y cognitivas diferentes. Por lo que es muy necesario que la educación del tutor y del perro empiecen desde el primer día. Por lo tanto, si estás pensando en que llegue un perro a casa en estas fechas, así como trae su collar, tazón de comida y correa de paseo, debería venir con un programa contratado de educación canina. Sólo la correcta educación de los tutores prevendrá problemas de comportamiento y futuros abandonos.
Con respecto al último punto, suele pareceremos aburrido regalar una clase con un educador canino, no es tan divertido como abrir una caja con un perfume deseado o algún gadget tecnológico que nos entretenga. Sin embargo, es quizás una de los mejores regalos que puedes hacer en términos de utilidad e impacto en los tutores.
Circula mucha información en internet, en ocasiones contradictoria, y la mayoría de las veces insuficiente. Por lo que una simple búsqueda en un blog como esté no tendrá el impacto necesario para lograr una educación correcta y prevenir problemas futuros.
No suelo ser partidario de que se regalen perros en diciembre, sin embargo, si deseas hacerlo o conoces de alguien que lo vaya a hacer, por favor considera lo anterior e intenta que el perro llegue con alguna clase pre-contratada para el nuevo tutor. Sólo la educación correcta permitirá que el perro se convierta en un integrante más de la familia.
¡Felices fiestas!
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